Durante tres semanas en agosto, Student Management Group celebró su primera Programa grupal a corto plazo en los Estados Unidos. SMG dio la bienvenida a un grupo de estudiantes chinos de intercambio de 70 a Grand Rapids, Michigan, para instrucción de ESL, inmersión cultural y experiencia de alojamiento familiar.
Los estudiantes llegaron el fin de semana del 1 de agosto y tuvieron la oportunidad de disfrutar de algunas actividades con sus familias anfitrionas y aclimatarse a su nuevo entorno. Luego, los estudiantes asistieron a la orientación, donde se reunieron con sus compañeros de intercambio y aprendieron más sobre qué esperar durante su programa de tres semanas.
Después de la orientación, los estudiantes realizaron un recorrido por la hermosa Cornerstone University, ubicada en Grand Rapids. Esto les dio a los estudiantes una mejor idea de cómo es la universidad en los Estados Unidos.
Después de pasar una semana con sus familias anfitrionas, los estudiantes comenzaron a participar en las clases de ESL matutinas. Estas clases fueron muy interactivas, animando a los estudiantes a participar y divertirse mientras aprenden un nuevo idioma. Algunos estudiantes hicieron grandes obras de arte.
Una vez terminada la clase de ESL, la tarde permitió a los estudiantes participar en experiencias de inmersión cultural con estudiantes de secundaria estadounidenses, que también asistieron al campamento. Esto les dio la oportunidad de usar lo que aprendieron en las clases de ESL con sus compañeros miembros del campamento de habla inglesa. Las actividades incluyeron escalada en roca, deportes acuáticos y mucho más.
Además de la inmersión cultural que estos estudiantes recibieron en el campamento, sus familias anfitrionas también los introdujeron a una gran cantidad de cultura en casa. ¡Y no se puede hablar de la cultura estadounidense sin mencionar la comida estadounidense! A los estudiantes se les presentó la barbacoa estadounidense, la pizza y algunos incluso pudieron experimentar una cena temprana de Acción de Gracias.
Al final del programa de tres semanas, los estudiantes ya no eran solo huéspedes en sus estancias en casa. Se convirtieron en miembros de las familias con las que se alojaban. Esa es una de las mejores cosas de los programas de intercambio de estudiantes. Incluso en tan poco tiempo, los vínculos creados entre el estudiante y la familia anfitriona pueden durar toda la vida.
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